sábado, 2 de noviembre de 2013

Soñar es gratis y genial, por cierto.


Creo que después de unas cuantas entradas, me vas conociendo un poco; por eso no te sorprenderá lo que voy a decirte. No seré yo quien te suelte  aquellas frases lapidarias como "pon los pies en la tierra" o "aterriza", no lo hagas, te estarías perdiendo demasiadas cosas increíbles. Hace tiempo que dejé de creer en la gente excesivamente racional porque siento que las pasiones, pequeñas o grandes, son las que llenan la vida de sentido. Me imagino que en el cole, ya te hablaron de ese cuento tan triste, pobre y aburrido del "Ciclo de la vida". Decía algo así como... Naces, creces, te reproduces y mueres. Perdón, pero creo que la persona que escribió ésto se dejó en el tintero una acción mucho más importante: SIENTES!!!! y ni siquiera tuvo la delicadeza de empezar su historia con un "érase una vez"....

¿Has oído hablar de los Soñadores?

 Con el tiempo y un poco de práctica, he aprendido a reconocer a esta rara y extraordinaria especie en peligro de extinción: ¿Cómo se reconoce a un soñador?, te preguntarás.Asómate a los ojos y sabrás si tienes delante a un soñador o soñadora. A veces, tratan de disimular desviando la mirada al suelo u otra parte, pero no pueden evitar ser lo que son y, vaya si se les nota. Los ojos de los soñadores arden por dentro y por fuera; creo que se debe a la combustión interna de la ilusión, la curiosidad y el convencimiento de que todo es posible, ¿por qué no?. El soñador lleva siempre a flor de piel al niño que se detiene delante del escaparate de una juguetería para mirar durante unos minutos el muñeco que le encanta. La persona soñadora está dispuesta a quitarse el reloj de la muñeca porque , al fin y al cabo, medir el tiempo es un acto demasiado racional y nos importan mucho más otras cosas; ya nos daremos cuenta de que se ha hecho de noche cuando la Luna le robe el papel de protagonista al Sol. Los soñadores, además de sangre, células y tejidos, están fabricados de la misma pasta con la que se elaboran los suspiros, la morriña y el nerviosismo de un niño la noche de Reyes.
Soñar no es una pose, lo siento. Soñar es el afán por intentar ver siempre más allá de la apariencia de las cosas, de los objetos. Soñar es inventar una historia para cada situación, perder la mirada para encontrar el placer visual, abrir un libro y olerlo, poner una canción para volar sin paracaídas; soñar es no llegar a encajar del todo con mucha gente, bueno, a veces, no se encaja nada de nada. No te preocupes si es éste tu caso, no hace falta dar demasiadas explicaciones porque son tan irracionales y subjetivas que nadie las entendería. El silencio o un simple "uffffff", "guau", "ohhhhhh"... dicen más y dicen mejor que el discurso mejor armado.




Siempre me han llamado a atención de una forma especial los balcones de las casitas viejas, creo que invitan a soñar bastante.
 
De ilusiones vive el tonto, dicen.... eres más inocente que un niño, deja ya de soñar... cómprate mejor un  buen disfraz de adulto cuerdo, que denote sensatez y te permita ganar "credibilidad". Olvida los dibujos animados, la ficción, la fantasía, los cuentos... porque son mentira, pero comulga con la política, que está llena de verdad, pulcritud y sinceridad. Lo siento pero no me hables de números, de matemáticas, de estadística ni de probabilidades....háblame de lo que sientes, que es mucho más interesante y ponle imágenes, música, colores...etc. Hazte con un cuaderno, anota en él todas las locuras (sueños) que se te pasen por la cabeza y llévalas a cabo. No dejes nunca de sorprenderte; viaja, conoce, flípate con un palo, una casa vieja o una persona pintoresca.... es gratis y genial!!!, por cierto.


PD: Felices sueños despiertos.