miércoles, 22 de mayo de 2013

Maravillosamente Imperfecto.


Siempre me ha llamado mucho la atención la capacidad del ser humano para criticar y juzgar  lo que hacen sus semejantes, igualmente imperfectos. Sin ir más lejos, hace unos días hablaba de este mismo tema con una amiga que estaba exponiendo sus cuadros en una galería. ¿Qué tal las críticas, han sido positivas? le pregunté; más luego pensé: ¿por qué narices nadie tiene que criticar tu forma de expresarte a través de la pintura?.Pues porque hay toda una disciplina reglada sobre el arte y tú, cuando compartes tu obra con el público, automáticamente, aceptas que otras personas valoren lo que haces, en términos de calidad, de talento, de corrección...etc.

Una crítica, entonces, no es más que la opinión de una persona o conjunto de personas condicionadas por sus conocimientos o experiencias vitales. Pero realmente, ¿qué valor tiene una crítica? y ¿cómo debemos encajar una crítica?, ¿las críticas nos hacen mejores? o ¿modifican lo que somos tratando de simplificarnos para encajar en los moldes de opinión de otros?

" la foto no es buena porque... , utilizas demasiados colores en tus pinturas...,  le falta fuerza..., es demasiado fuerte..., YO lo habría hecho de esta forma mejor..."

TÚ no eres YO, y la única razón por la que para mí puede ser útil  cómo hagas algo tú, es porque me gusta más tu forma de hacer que la mía. Así de sencillo:)  Ahora, si a ti te gusta entrar en una galería de arte y salir cuestionando la técnica del artista delante de tus amigos, yo prefiero decir Me gusta o No me gusta... sí, soy tan simple porque yo no entiendo de arte ni de nada, eso sí, tengo mi propio gusto y nadie puede negarlo, hay cosas con las que "sintonizo" y otras con las que no, pero no me atrevería a afirmar que unas son mejores y otras peores. Si me preguntas por mis gustos puedo responderte, pero de ahí a sentar cátedra hay un buen trecho.



¿Queréis que os diga una cosa? los críticos por naturaleza, son incapaces de extraer la esencia buena de las cosas porque, por encima de esa esencia, hay muchas capas espesas y duras de prejuicios, de jaleos mentales y como decía al principio, la perfección no existe, al menos, a nivel terrenal... ¿merece la pena perder el tiempo buscándola?

Entonces, ¿no debemos ser críticos?. Voy a responderte con otra pregunta: ¿vale para algo la crítica?
Decide tú mismo.

Creo que podemos ser más felices aceptando que las cosas son como son, sin ser tan peligrosamente analíticos. La especie humana es increíblemente heterogénea y los constantes esfuerzos por homogeneizarla sólo servirán para empobrecerla. Admiramos la belleza, el éxito, la fama, el virtuosismo; buscamos el placer (los que lo buscamos) que se esconde detrás del laberinto kilométrico de los minotauros castrados, cruzando el bosque mágico y atravesando las nueve colinas sagradas donde se encuentra el sumo sacerdote que nos formulará la pregunta que nos permitirá conocer al paje del destino que... (no hay ceros y unos suficientes para acabar de escribir la historia)

El placer es ya. ¿Un café y una melodía? PD: lo puedes cambiar por un vaso de coca cola, fanta...y otra melodía, la que tú prefieras.