domingo, 29 de septiembre de 2013

Sintomatología del "Otoñista".


Otoñista: dícese de la persona que se deja seducir por la estación del oro viejo. El otoño siempre comienza en forma de despedida; si me lo permites, diría que en un viejo y elegante tren de vapor que abandona la estación portando numerosos equipajes; tantos como historias humanas de sus pasajeros... "hasta la próxima primavera, buen viaje", dice el otoñista, con los ojos empañados y ese nudo que se le pone a uno en la garganta en los momentos de dolor. Al otoñista le gusta caminar solo, muchas veces, sin rumbo; siempre con muchas ideas en la cabeza, con una lupa y una gabardina, porque es un incurable buscador y no hace el menor esfuerzo por disimularlo. Le llaman la atención los antiguos cafés, los lugares viejos y las gentes pintorescas con historias que contar. Tiene la imperiosa necesidad de concertar una cita con el calor, la amabilidad y el afecto. Se queda hipnotizado mirando al fuego, no le importa dar un pequeño sorbo al café, a pesar de que sabe que va a quemarse los labios. No se conforma con la capa más superficial de las cosas porque sabe que en el fondo hay algo mucho más interesante y no puede resistirse a la tentación de descubrir de qué se trata. La vida es un plato "agridulce" para el otoñista, una melodía tocada por un piano y un violín, el característico sonido viejo de las románticas gramolas, las gotas de lluvia golpeando el cristal de la ventana, una farola de gas, una caja de cerillas y un cartel de Toulouse Lautrec.

El otoñista acostumbra a ver películas repetidas porque en ellas encuentra las sensaciones que le gustan. Escucha canciones tristes si es así como se siente, escribe o dibuja como forma de auto ayuda, aunque sean unos borrajatos en el margen de un cuaderno. Otoñista es también idealista, lo que sin duda, supone una cruz, porque la perfección sólo es posible en la mente y su manifestación en la vida es únicamente un espejismo. No obstante, es capaz de apreciar como nadie los detalles más pequeños, aquellos que para muchos pasan desapercibidos.Un simple gesto es capaz de dibujar una sonrisa sincera en la cara del otoñista.

El otoñista convive con las nuevas tecnologías pero lo suyo son las cosas humanas. Evita el entretenimiento como forma de olvidarse de los problemas; se encierra en su mundo donde juguetea a placer con sus pensamientos.El otoñismo es un síndrome estacional incurable; pasará, en su debido momento y volverá a aparecer cada nuevo año, no lo dudes.

PD: yo he empezado por ponerle banda sonora a este otoño.







viernes, 13 de septiembre de 2013

La soledad: un estado donde conocerse a uno mismo.



No sé si a ti también te pasa pero yo, al menos, por estas fechas, acostumbro a hacerme muchas preguntas sobre la vida. Supongo que se trata de algún tipo de efecto secundario estacional, causado por las variaciones térmicas, los cambios lumínicos y la exposición  a géneros musicales ligados al anhelo y la melancolía; Soy un masoca, lo siento..., bueno, no lo siento, soy así,y me gusta.

Recuerdo que una noche de fiesta, con el tercio de cerveza en la mano y el "chunda, chunda" sonando, una chica me confesó que leía las entradas de mi blog y que tenía la sensación de que era un gran nostálgico. No se equivocaba en absoluto; este blog que escribo puramente por la imperiosa necesidad de expresarme, es un fiel reflejo de lo que soy, de lo que siento, del aire que respiro y la sintonía en la que me encuentro. Bueno, no me enrollo más con la entrada; vayamos al grano. Es absolutamente necesario darse la oportunidad de sentirse solo. A muchas personas les causa pavor dicha sensación;¿por qué? porque cuando nada te distrae, en ese instante, sin tele, sin radio, sin teléfono, sin redes sociales, te encuentras con lo que eres y esa sensación no siempre resulta agradable. ¿Qué llevas dentro?, ¿cómo eres percibido por los demás?, ¿a qué tienes miedo?... podemos elegir con quién estamos; lo que no podemos evitar es nuestra propia compañía. A mí me gusta saber con quién estoy,¿a ti no?. Tal vez no sea mi mejor compañero, pero soy el compañero que me ha tocado en este campamento llamado Vida. A veces, me salgo un rato de mi cuerpo para observarme. Soy el inevitable producto de una educación, soy un poco de mi madre, un poco de mi padre; otro poco de mis abuelos, algo de lo que he aprendido de la vida en este viaje de 31 años... el resultado es un chico que se sienta a escribir sobre lo que siente, sobre lo que escucha, sobre lo que mira y huele y lo hace, con un incienso consumiéndose y un disco de Enigma sonando. Siéntate bien, Miguel.

Creo que todos tenemos un disfraz para nuestras relaciones sociales, pero cuando estamos solos, dicho atuendo se desintegra y nos quedamos como nuestros progenitores nos trajeron al mundo, en pelotillas.Mira!!! esa chica!!! qué guapa es!!!, qué segura parece de sí misma!!!, cómo se come el Mundo!!!, cómo le mira todo el mundo!!!, cómo me gustaría ser ella!!!... a caso, ¿has tenido una cita con lo que lleva dentro esa persona? a lo mejor no te gusta tanto y sí, es muy guapa, muy sexy, muy cool y todo lo que quieras. Creo que no hay nada más atractivo que ser Auténtic@. La imperfección es bonita, los errores nos recuerdan que somos humanos y los demás son libres de juzgarnos. No soy el que mejor escribe, no tengo el vocabulario más rico del mundo, pero tengo lo suficiente para expresarme y que la gente me entienda. Me produce una satisfacción enorme cuando la gente me escribe o me comenta que mi blog le hace sentir cosas. ¿Hay algo mejor que causar sensaciones?.... sí, que se las causen a uno!!!! jajajajajaja. a mí me encantan las cosas que me producen sensaciones, no soporto la apatía; prefiero a un llorón antes que a un Estoico, la templanza y la intensidad no se llevan bien; me gusta el café muy caliente y el agua de la montaña muy fría. La templanza es algo que se inventó una persona para soportar el dolor que causa la vida, sin más. Mis conocimientos sobre filosofía son muy básicos, muy limitados, y ésto podría ser cuestionado por algún experto en la materia; no obstante es mi Opinión y tiene el mismo valor que la de cualquiera. Ésto no es una clase de filosofía, ni de ética; ésto es Miguel Martín escribiendo lo que se le pasa por la cabeza en medio de una pesada clase de matemáticas; nunca las soporté, jamás las comprendí, por esa razón, siempre las suspendía... no iban conmigo. La verdad es que he empezado a escribir y ya no sé muy bien de qué estoy hablando.... ahhh, sí, de encontrarse con uno mismo en la soledad; no dejes de probarlo si aún no lo has hecho.

Sal a dar un paseo, compra un helado o una bolsa de pipas, camina sin rumbo, ve a un rincón que te guste, lleva tu cámara fotográfica encima o tu grabadora de sonidos, o la de "Olores" y, lo más importante, encuéntrate, mírate a los ojos, sé sincero contigo mism@, descúbrete y gústate.





Feliz fin de semana.

Miguel.


domingo, 8 de septiembre de 2013

El cuaderno de los Olores.



Qué fácil es compartir las imágenes y los sonidos con los demás para contarles dónde hemos estado y que puedan hacerse una "Ligera" idea. Qué difícil es conseguir que experimenten las percepciones olfativas que hemos tenido en esos lugares y se han grabado en nuestro disco duro natural.

Una película, a través de sus imágenes y sonidos, puede hacernos reír y llorar, pero las películas no huelen a nada, por esa razón, nunca habrá una producción cinematográfica tan potente y evocadora como la vida en estado puro, en directo. De hecho, me encantaría escribir esta entrada sin tener que apoyarme en imágenes, sin utilizar texto alguno, únicamente unos reproductores o "players" olfativos para que todo el mundo pudiera respirar desde sus casas lo que yo he olido y registrado. ¿ A qué huele la foto de la parte superior?. Bueno, teniendo en cuenta que hay una parrilla, puedes pensar que lo más lógico es que huela al humo que se produce por la combustión del carbón... pero el universo de los olores es mucho más complejo. Tras esta imagen hay una historia olfativa mucho más rica. Se trata de una callejuela del barrio de la Alfama, en Lisboa. Es verano, la temperatura es muy agradable, los vecinos están cocinando pescado a las puerta de sus casas en barbacoas como ésta. Lo servirán sobre un trozo de pan que quedará impregnado por los jugos con ese inconfundible sabor a mar, a humo y a sal. El complemento perfecto para el pescado a la brasa es una buena ensalada mediterránea  y unas patatas cocidas o asadas, regadas por un buen aceite de oliva y refrescadas con un buen manojo de perejil fresco picado. Párate a pensar en los olores: Mar, sal, humo, aceite, vinagre, tomate, cebolla, aceitunas negras, perejil... qué estimulantes para la mente, verdad?.



¿Qué me dices del olor de las tormentas en primavera? Una fantástica fusión de agua, tierra y vegetación que avisa a nuestros sentidos del final del largo invierno y la llegada de una estación en la que las emociones están, nunca mejor dicho, a flor de piel.


Si hay un olor que define de forma especial al invierno ,es el perfumado humo de encina de las casitas de los pueblos, que se introduce por nuestra fosas nasales mezclado con el aire gélido que nos recuerda la presencia de nieves no muy lejos. Ambos olores, combinan a la perfección con el aroma del café preparado en una cafetera italiana. En invierno, más que nunca, apreciamos el carácter acogedor de los lugares, que olvidamos durante los periodos de temperaturas elevadas.


El olor a arena, a yodo, a sal, es un verdadero estímulo para quienes vivimos todo el año en el interior. Uno de los mayores placeres de escapar a los lugares bañados por el agua salada, consiste en  bajarse del coche después de unas cuantas horas de viaje, respirar profundamente y sentir.... estoy en el Mar.


Nací en Noviembre, así que mis primeras experiencias olfativas no pueden ser otras que las propias del otoño en una ciudad fría como es Ávila. Otoño huele a frío, a viento, a hojas secas y días más cortos, al imborrable recuerdo del colegio, a los estuches nuevos con pinturas de palo, al envoltorio de papel de aluminio de los bocadillos para el recreo, a las aulas y a una vieja tienda de juguetes donde "flipaba" el día de mi cumpleaños.


El mundo de los Olores es realmente maravilloso, evocador como pocos y absolutamente gratuito; sólo tienes que estar vivo para disfruta de Él.