domingo, 24 de febrero de 2013

Un adolescente en los 90´s (PARTE 1)



Sin móvil, sin internet, sin grandes preocupaciones y con 500 pelas o menos en el bolsillo, así comenzábamos la" fiebre del viernes noche" los adolescentes de los 90.

Conocí el hip hop en mis primeros años de instituto, en una época en la que convivían tres grupos sociales diferentes:

Bakalas, Raperos y Normales.

Los Bakalas, amigos del "chunda chunda" eran siempre Fachas y archienemigos de los raperos. Vestían pantalón de chándal con banderas de España en los laterales, camiseta ceñida, plumas cortos y pegados al cuerpo,a veces tipo chaleco. Solían llevar pendientes, el pelo de punta o rapado y conducían  ruidosas scooters y motos de cros. Se caracterizaban, principalmente, por estar haciendo rugir sus máquinas en la puerta del instituto,a la espera de que sus ligues salieran de clase. La mayoría ya curraban, así que siempre tenían más dinero que nosotros.

Los Rapers éramos todos "seguidores" de Bob Marley, de África Rasta y pensábamos que el concepto de España era una mierda. Ser raper e ir a la moda en una ciudad como Ávila no era cosa sencilla porque la oferta textil siempre fue muy limitada. Los primeros pantacas de raper que tuve fueron los PG (Paco Gil), de color negro, con las costuras en blanco y un bordado rojo.Con el paso del tiempo, empezaron a llegar a las tiendas prendas de baloncesto, Beisbol, hockey y eso era lo que molaba llevar si pertenecías a esta tribu urbana.
Si los Bakalas tenían su motos, nosotros también presumíamos de nuestro objeto fetiche por excelencia: el Loro. Yo me lo llevaba al instituto para poner música en los recreos, rapear y Bailar Break con los colegas.
Ni que decir tiene que los Bakalas eran nuestros enemigos pero debo admitir que nosotros éramos siempre menos y estábamos peor organizados.

En el tercer grupo, llamado "de gente normal", estaban las chicas que nos gustaban a los dos clanes anteriores.

Raper adolescente.
No sé si se aprecia en la foto pero si os fijáis bien, llevo un colgante que fusiona el símbolo del Yin y el Yang con la bandera de África rasta. Hoy miro este simbolismo desde una perspectiva distinta y te confieso que no sé por qué razón lo llevaba .Nunca he sido un seguidor del movimiento rasta,de la marihuana, de su música o su religión y jamás me he interesado por el taoísmo... supongo que formaba parte del look.

La imagen de un rapero nunca podía ser la de un tío sensible, cortés, educado... tenías que ser chulo, arrogante, rebelde y hacerte respetar. Tenías que ser "actor" para que los demás se creyeran tu personaje. Firmábamos por donde pasábamos con nuestros sprays, escribíamos nuestras propias letras y las rapeábamos en parques, conciertos, festivales. Aprendimos a hacer nuestras propias instrumentales, a grabar, a mezclar; hicimos amigos en otras ciudades... nos bebimos todos los litros de calimocho de este mundo y después, los de cerveza. Nos fumamos hasta las bolsas de manzanilla para hacer infusiones!!!!!

Aprendimos a besar vistiendo los "pantacas" más anchos del mundo, las camisetas más largas y nos ganamos los primeros guantazos por defender nuestros ideales.

Tal vez, tú estabas en el bando opuesto o pertenecías al de la gente normal; no obstante, si quieres hacerte una idea de la energía que nos movía en aquellos tiempos, sólo tienes que escuchar esta canción. No es música agradable, ni tiene un melodía pegadiza; es un crudo ritmo, una voz y un mensaje, con eso nos bastaba.





Voy a contarte la verdad: los 90 no fueron sólo rap, calimocho y mucha chulería...  también hubo Martini con limón, 43 con chocolate, ponche-cola, licor de manzana o melocotón, besos con sabor a chicle de menta, Ecuador, Gala, subidas a la tarima de la disco, botas de grandes plataformas y minifaldas, vaqueros sin bolsillos en el culo ... pero esa es otra historia que me reservo para la próxima entrada.

Como siempre, pasa un feliz domingo y descansa.











jueves, 21 de febrero de 2013

Deporte, Música y Bienestar.



Cuántos días terminas de estudiar  o trabajar y te abandonas a la inercia que conduce al sofá???

Sí, estás cansad@ y no te apetece hacer otra cosa más que encender la tele, aunque la programación no te interese lo más mínimo.; no obstante, siempre tenemos a  mano nuestro smartphone para entretenernos mandando y recibiendo mensajes. Nunca te has planteado la posibilidad de dedicar una hora al día solo para ti????  Me refiero a desconectar del whatsapp, a ponerte las zapatillas, a enchufarte los auriculares con tu música favorita y a salir a mover el corazón.
Es que…. No me gusta correr, es un rollo, cansa mucho,  es malo para las articulaciones, me da una pereza terrible… excusas que te están privando de un enorme placer y bienestar. Placer y bienestar corriendo como un recluta???? Actos de masoquismo no, gracias. Deja que te cuente las razones por las que salgo a correr y recomiendo encarecidamente esta práctica:




1- DESCONEXIÓN. Del trabajo o la ausencia de éste, de las preocupaciones, del teléfono, de las redes sociales.
2- LIBERTAD. Cuando me ato las zapatillas, la ciudad es mía. Yo decido dónde y cómo voy , más rápido o más lento, por paseos o callejuelas, atravesando plazas, saludando sin detenerme a algún conocido.
3- LA BANDA SONORA QUE ME APETECE. La música se disfruta de otra forma cuando vas corriendo, te ilusiona, te motiva, marca el ritmo de tu zancada,  te hace ver la vida de una forma diferente mientras tu cuerpo produce las hormonas de la felicidad, las endorfinas. Menudo cóctel!!!!
4- DA CUERDA AL CORAZÓN Y AL CUERPO. El deporte es el mejor termómetro para saber cómo está nuestro cuerpo. Cuando hemos estado mucho tiempo sin hacer ejercicio nos cansamos rápidamente, nos fatigamos, el oxígeno no llega correctamente a todos los músculos implicados, las articulaciones se resienten, nos duele todo.  Con la práctica, rápidamente, se ven los resultados. Nuestro cuerpo se pone a punto, estamos más ágiles, más dinámicos en nuestro día a día.
5- ESTIMULA EL APETITO. Para practicar deporte hay que alimentarse bien, hay que comer correctamente. Es inconcebible hacer deporte comiendo una ensalada exclusivamente verde y mucho menos en ayunas. Ya sabes que soy un gran amante de la pasta en todas sus versiones, siempre y cuando sea casera, nada de productos precocinados. los Hidratos de carbono(pan, pastas, arroces…) se llevan bien con el ejercicio físico pero no se pueden ni ver con la inactividad. La fruta  y el deporte hacen buenísimas migas, así que abusa de la fruta y no tires de bollería industrial.  Dale a tu cuerpo verduras en abundancia, con un buen aceite de oliva. Reduce el consumo de frituras, hazte con una plancha y cocina los alimentos en su propio jugo. Bebe mucha agua  y zumos naturales y evita las bebidas carbonatadas. Come de todo!!!! Pero no te alimentes a base de fast food. Quédate con este concepto: "Slow Food"

6-  DESPUÉS DE LA TENSIÓN, LLEGA LA RELAJACIÓN.  Después de estirar correctamente, siente el placer de una buena ducha, despójate de la ropa impregnada de sudor y deja que el agua corra por tu piel. 


Te aseguro que muy pronto empezarás a tener sensaciones estupendas y realmente potentes que creías haber olvidado. Ni se te ocurra hacer la tontería de irte a la cama sin cenar. No olvides que necesitas "gasolina" para que tu cuerpo se recupere y pueda seguir funcionando correctamente.Advertencia: el deporte es muy adictivo, empieza a hacer deporte y no podrás dejarlo. 


domingo, 17 de febrero de 2013

Una cena de damas y vagabundos.


Sí, lo sé, el día de San Valentín ya ha pasado. Como suele ocurrir con todas las fechas señaladas, la previsibilidad es la verdadera protagonista. El guión está escrito, los personajes ensayados y el final se intuye desde que se abre el telón. Pasa un poco como en las fiestas de fin de año. Todo el mundo se prepara para una noche muy especial, una velada mágica, la primera... la experiencia personal me dice que pocas cosas cambian en la fiesta de nochevieja de un año a otro.

Te diré que soy cada día más amigo del factor sorpresa, de la predisposición a que algo emocionante ocurra en cualquier momento, detrás de cualquier esquina, en la cafetería más escondida, el día más nublado, incluso aquel en el que me he levantado con el pie izquierdo (qué tontería, soy zurdo y llevo levantándome con este pie toda la vida)

Bien pueden servirnos de ejemplo la historia de una dama de clase alta y un vagabundo. Si te fijas un poco, parece que la "gente guapa" llama a la gente guapa. Las mujeres y novias de los futbolistas son modelos, cantantes, actrices, periodistas, personas famosas, gente con cierto prestigio social. A nadie le extraña que esto sea así. Está más que aceptado que si eres una personas atractiva, con dinero y mediática tu media naranja no puede ser menos. Demasiado previsible, una vez más.

Por cierto, te has parado a pensar en la comida que están compartiendo los protagonistas de la escena de arriba????
Sí, son unos spaghetti y esas bolitas son albóndigas, en italiano polpette.

Yo no tenía spaghetti, así que he utilizado unos tagliatelle  pero te diré que los primeros son mucho más apropiados para que el curso de la cena gire en todas las direcciones...y la comida tenga que ser calentada más tarde en el micro ;)

La receta es muy sencilla.




PD: si te curras una mesita un poco curiosa, el plato lucirá mucho más. Compra un mantel de cuadritos, unas velitas y utiliza unas botellas de cristal viejas para ponerlas, como en el dibujo animado de la cena. Por cierto, has visto que en el bodegón hay también unos palitos de pan????? Son muy sencillos de hacer y resultan perfectos para acompañar a la pasta. Otro día te cuento cómo los hago yo.

Qué te parece ver "La Dama y el Vagabundo" mientras disfrutas de un plato de Sapaghetti???

Espero que te guste. Pasa un feliz domingo.




domingo, 10 de febrero de 2013

"Imágenes Sonadas"

Paseo del Rastro  (Ávila)

Desapacible domingo en Ávila, no obstante, he salido con cámara en mano para inmortalizar uno de mis lugares favoritos de la ciudad, el Paseo del Rastro.

Lo cierto es que hoy no me encuentro con especiales ganas de escribir, así que con tu permiso, he decidido hablar. Te confieso que no tengo ni idea de edición de vídeo e imágenes, pero a pesar de ello, confío en haber sabido transmitir lo que para mí representa este lugar.


Que tengas un feliz domingo.


martes, 5 de febrero de 2013

UNA DE SALSAS.


Qué se le puede pedir a una salsa para la pasta?

Que sea rápida, sencilla y que esté rica. Ni más ni menos.
Si tienes 15 minutos, no tienes excusa para preparar una salsita. Aquí van un par de recetas:


PUTANESCA

Necesitas ajo, cayena, unas anchoas, alcaparras, aceitunas negras de calidad, una lata de tomate entero pelado, aceite de oliva, sal y azúcar.  Pon una sartén con un chorrito de aceite al fuego. Añade el ajo laminado, la guindilla y algunas anchoas. Cuando el ajito haya cogido color y las anchoas se hayan deshecho, pon algunas aceitunas y unas alcaparras, añade el tomate entero y pártelo con la ayuda de una cuchara. Añade sal, un poquito de azúcar y pon el fuego a un nivel medio/bajo, que escuches como chisporrotea la salsa, si poner perdidos los azulejos de la cocina, ya me entiendes. En 15 minutos el tomate se habrá deshecho y fusionado con el aceite y el resto de los ingredientes. Puedes añadirle alguna hierba aromática pero si tienes un poco de perejil fresco para ponerlo al final , triunfarás mucho más. Saltea la pasta cocida (según las instrucciones del fabricante). Sirve de inmediato y disfruta.

Salsa Putanesca.




BRÓCOLI

Cuece brócoli en una cazuela con abundante agua y sal. No tires el agua de la cocción porque la utilizaremos para hacer la pasta. Sartén al fuego, chorro de aceite de oliva, ajo laminado, cayena (si te gusta el picante), unos dados de bacon ahumado. Doramos todo. Añadimos el brócoli y lo aplastamos con un tenedor para formar una pasta. Agregamos unos cucharones del agua de cocción y removemos hasta obtener una textura cremosa. Juntamos la pasta con la salsa y salteamos. Al final, chorrito de aceite de oliva. Te soprenderá.

Tagliatelle con Brócoli.




La salsa Carbonara no lleva nata.


Macarrones a la carbonara con dados de jamón crujiente.


Escribo esta breve entrada a petición de un lector que me ha preguntado si conozco algún truco para hacer la salsa carbonara.

Pues bien, lo primero que tenemos que saber sobre esta afamada salsa es su procedencia concreta: La región del Lacio, cuya capital es Roma.

Lo segundo, es que la receta original No lleva Nata. Cómorrrrrrrr????? se preguntarán algunos.... lleva otros ingredientes que le proporcionan esa textura tan cremosa y de color blanquecino pero sin nata.

Para preparar una salsa carbonara necesitamos: queso Pecorino o Parmesano rayado. Mi consejo es que compres una cuñita y lo rayes tú mismo. Si no encuentras los quesos que menciono, te servirá perfectamente el Grana Padano , que lo tienen en la mayoría de supermercados.




También vas a necesitar huevos, panceta ahumada en daditos, pimienta recién molida y aceite de oliva virgen extra. Aquí tienes un vídeo con la preparación.

Siendo una receta muy simple, sí que es cierto que hay que cogerle el punto, para que la salsa no se cuaje y acabe convirtiéndose en unos huevos revueltos con pasta. Mi consejo es que reserves siempre un poco del agua de la cocción de la pasta para añadírsela a la mezcla de huevo y queso y conseguir esa textura cremosa. No te desesperes si la primera vez que la haces no te queda con esta consistencia, porque ya te digo que hay que cogerle el truco.

Si te apetece darle otro punto y no quieres utilizar panceta, puedes tostar unos dados de jamón serrano en una sartén hasta que queden crujientes.

Por último, no te olvides de servir la pasta rápidamente, la pasta no debe reposar porque pierde su punto, del fuego a la mesa.

Y, si  aceptas un consejo, se cocina mucho mejor con la música apropiada de fondo. No me digas que no te suena esta canción????









domingo, 3 de febrero de 2013

Hemos caído en "La Red".


Domingo 3 de febrero. 20:00 horas.

Querido lector:

Acabo de encender el ordenador. Mi primera parada ha sido en el correo electrónico, después he entrado en el facebook y ahora he abierto el editor del blog para escribir una nueva entrada.

Cuando me pongo a escribir, me gusta sumergirme en un ambiente concreto, despejado de teléfonos e impregnado de otros estímulos mucho más gratos.

Una taza de café, un poco de incienso que me trae un amigo de la India, una luz muy suave y un buen disco, en esta ocasión,  “The Book of Secrets”. Es un disco mágico.



Hoy me ha dado por pensar qué sería de nosotros si mañana nos levantásemos  sin internet, sin teléfonos móviles, sin la posibilidad de comunicarnos por las redes sociales, sin más realidad que aquella que se ve, se saborea, se palpa, se oye y se huele?? Es curioso, parece poca cosa, siéndolo “todo” en realidad.

Para empezar, yo me quedaría automáticamente sin trabajo y sin la posibilidad de conseguirlo como hasta ahora, así que tendría que buscar una fuente de ingresos de otra naturaleza. Volverían los tiempos de llamar a las puertas con “curricula” en mano,  con los nervios a flor de piel y la fachada estudiada para dar el pego.

Cuando uno se acostumbra a comunicarse exclusivamente a través de la red, genera una serie de “inseguridades” que se manifiestan en el momento que abandonamos nuestra zona de confianza.  En el mundo analógico existen los gestos y las interpretaciones en tiempo real, podemos tener una impresión al instante de si hemos caído bien o mal, percibimos señales del interlocutor y somos conscientes de nuestras propias señales, aquellas que controlamos a la perfección cuando escribimos a través de nuestro teclado pero que fluyen libremente cuando abandonamos el universo digital.



El Mudo de la Red es un mundo simplificado, un mundo donde se representa una sonrisa con este símboloJ. Se trata de un gesto estándar. Piensa cuántos tipos de sonrisa distintas podemos encontrar en los rostros de las personas y cuántos mensajes en clave hay detrás de ellas.  Cuando iniciamos una conversación a través de una red social, no tenemos información precisa de la persona o personas con las que estamos hablando, así que recurrimos al esquema mental que hemos construido sobre ellos. No sabemos si están tristes o contentos, si están guapos o feos, no podemos escuchar la melodía de sus voces, ni sentir la temperatura de su cuerpo, ni su olor… demasiada información perdida, para mi gusto.

Lo cierto es que éste es un mundo en el que nos sentimos muy cómodos. Por qué razón?

Creo que la razón principal es que nos hace sentir que tenemos el control. Nosotros elegimos el momento en que empezamos nuestra vida social. Las reglas del juego son simples. Todos los actores de las redes sociales contamos con las mismas armas, desde la estrella de cine más afamada al estudiante adolescente que más se aburre en clase.

A los jóvenes os costará más trabajo entenderlo, pero somos muchas las generaciones que fuimos felices sin llevar un teléfono móvil en el bolsillo. ¿No había entonces la misma necesidad de comunicación que ahora? . Claro que teníamos necesidad de comunicarnos, de expresarnos, pero lo hacíamos de otra manera. Llamábamos a casa de nuestros amigos/as a una hora para quedar con ellos en un sitio. Hablábamos mucho, reíamos, compartíamos, avisábamos en casa de que íbamos a llegar a una hora o de que nos íbamos a quedar a dormir en casa de un amiguete y nunca nos pasó nada.

No hicimos tantas fotos, ni posteamos tantos comentarios, no tuvimos tantos amigos, ni dimos tantas veces al “me gusta”, pero fuimos tan felices como ahora, sin depender tanto de algo.

Para terminar esta entrada, me gustaría recomendarte una película sencillamente deliciosa: la aventura de un grupo de jóvenes dispuestos a llegar hasta el final, sin internet ni teléfonos móviles.



 Pincha aquí para ver "Los Goonies"